13 feb 2010
CAMILLE
Para Camille.
Huachafería de Amor
Sin dejar de cogerte las manos
Te admiro los labios sangrientos
Te callo los besos a besos
Le arranco a tu pelo el perfume.
Ahora que ya no me miento
Ni tiro unos tiros al viento
Ahora que ya ni escupo hacia arriba
Por qué me besas la frente marchita.
Cuando cante tu vientre al desnudo
Y seamos menos Bellos y menos adultos
Las musas arremeterán a tu encuentro
Por ser tú la dueña de la huachafería.
Ni el ocaso del viento a caballo
Ni las primaveras en flores de tela
Descampanan los golpes directos
De mi corazón cosido a tu saco de invierno.
Dos veces cada cuatro segundos por mil
Tres cabezas rodando por cien
Cuatro noches en vela te espero
Nadie es más niña que mi niña Camille.
24 abr 2009
Sin Comentarios
16 mar 2009
El Señor Marquez
6- 10- 2008
Canto rodado
Romo de rodar desde la altura
Romo del huayco
Romo del torrente helado
Pacífico bajo el sol
Tibio de tanta luz
Fresco de toda la lluvia
Como canto, tú
Piedra, pero suave
Dura, pero tibia
Quieta, que vienes de lejos
18- 11-2008
Ayer mirando la puesta de sol
Sólo pensaba en usted.
Hoy amaneció nublado
Y lo primero en mi cabeza
Sigue siendo usted.
Fue ayer otro día más de quererla
Y para hoy se pronostica lo mismo
Salga sol o siga nublado
30- 12- 2008
21-1-2009
Tienes un pacto con el sol,
con el mar,
con la música.
Si no, cómo sabe el trombón
dibujar tu sonrisa, cuando suena.
Cómo, entonces, brillan tus ojos
en cada capricho del mar
cuando el sol atardece.
Voy cada tarde a verte,
a esa hora mágica en que el aire cambia de color
cuando el mar todo se tensa para recibir al sol
y allí estás tú, no lo dudes.
6-3-2009
Sigo parado en esa esquina,
Bajo la garúa.
Viendo cómo te vas
Viendo cómo no volverás
Sintiéndolo tan en el corazón
Que paralizado
Sigo en la esquina,
Bajo la garúa
Oswaldo Marquez
25 nov 2008
Mis Demonios y sus Ángeles
Y claro que estoy bien grandecito para saber que nadie se va a dar el trabajo de matar mis demonios como insinúa la frase, porque como me he dado cuenta últimamente (ha sido toda una revelación en estas últimas semanas) los demás tienen tales demonios que a su lado los míos parecen un juego de niños. Por lo tanto, por falta de buenos amigos o avaros psicoanalistas o simplemente valientes asesinos de demonios ajenos, he decidido que si alguien los tiene que matar, los mato yo y a cuchilladas. Pero imagino que una vez en la montaña rusa del homicidio con arma punzocortante de demonios uno no puede parar y arrasa también con sus ángeles. Intuyo que es imparable e implacable esta locomotora asesina y por eso lo pienso dos veces antes de levantar el pie para subirme al tren. Lo pienso dos veces porque creo que los demonios no solo alimentan la creación sino que sin ellos estaríamos perdidos. No es un secreto que los aburridos ángeles solo están ahí para mantener el equilibrio más no para aportar creatividad a nuestra conciencia. Para mí está claro que los demonios que me habitan son la máquina que me anima a levantarme todos los días y continuar con esta infamia diaria que es vivir pero por consiguiente soy consciente que mis ángeles son los que los mantienen en línea, son estos gordos alados los que aguantan a mis famélicos diablos para que no me convenzan de tirarme por la ventana. Y entonces si al final decido autoexorcisarme de demonios y ángeles, y cambio la buena vida del camino de la oscuridad por la iluminada jornada de abandonar vicios, pedagógicos excesos y privarme de la sublime envidia entonces perderé, en el camino, los buenos modales angelicales porque no habrá en la esquina de las sombras ningún contendor de peso para mis intrépidos y pugilistas ángeles.
Pero como los años pasan y los demonios se debilitan, y sus enemigos se vuelven cada vez más rechonchos alimentados por cargos de conciencia cada vez más pesados, su final es inevitable. No puedo entonces defender lo indefendible, pero eso sí, trataré hasta donde aguante de serles fiel y escuchar sus malos consejos e inmundos pensamientos. Porque simplemente es más divertido que no quiere decir más fácil. Los defenderé en contra de mis ángeles y seré su aliado para luchar contra el bien, contra la paz mental y contra el estúpido concepto de la felicidad.
Y como todas las historias acaban donde empiezan hay que decir que la tapa que se atracó en el esófago de Tennesse Williams no era precisamente de Aspirinas.