13 feb 2010

CAMILLE

De regreso al ruedo, con signos de congestión y admiración, escribo sobre este blog con más timidez que acierto. Sin razones para escribir, y sin dedos para teclear, cambié las ganas de decir algo por una mujer. Y no me ha dejado aún, todavía duerme a mi lado y respira conmigo. Por ella descuartelo cuarteles de invierno y desempolvo los momias blogeras. Esto es para ella, de rodillas me tiene.

Para Camille.

Huachafería de Amor

Sin dejar de cogerte las manos
Te admiro los labios sangrientos
Te callo los besos a besos
Le arranco a tu pelo el perfume.

Ahora que ya no me miento
Ni tiro unos tiros al viento
Ahora que ya ni escupo hacia arriba
Por qué me besas la frente marchita.

Cuando cante tu vientre al desnudo
Y seamos menos Bellos y menos adultos
Las musas arremeterán a tu encuentro
Por ser tú la dueña de la huachafería.

Ni el ocaso del viento a caballo
Ni las primaveras en flores de tela
Descampanan los golpes directos
De mi corazón cosido a tu saco de invierno.

Dos veces cada cuatro segundos por mil
Tres cabezas rodando por cien
Cuatro noches en vela te espero
Nadie es más niña que mi niña Camille.